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12 de diciembre, 2023

[Este texto no está en castellano]

Por: Argenis Mayorga.

Antes de que lo pienses, no, tampoco está en español, ni siquiera en mexicano; honestamente, al ser unx mexicanx criadx en Venezuela, a veces no sé en qué idioma hablo o escribo.

A lo mejor el párrafo anterior te hizo pensar, “qué exageradx, es español, solo hablan un poco diferente”; pero queridx lectorx, si te pidiera que me dieras la cola, ¿pensarías que soy atrevidx? Si dijera que me gustan las patillas, ¿asumirías que hablo de pelo, fruta o algún fetiche? O si te pidiera compartir unas cotufas, ¿sabrías a qué me refiero?

Súmale a esto los dialectos regionales, anglicismos y neologismos… bienvenidx a los desafíos de ser unx copywriter foránex, extranjerx y políglota (no es por presumir).

Esta era una expresión común en mi familia venezolana cuando unx amigx, o más bien, unx pana les hablaba. Es un simple saludo, pero pienso mucho en ello a la hora de escribir en el mercado mexicano.

Si un cliente me pidiera crear un texto pidiendo llenar un formulario lo típico sería escribir:
“Da clic aquí para llenar el formulario”.

Pero en algunas comunidades de Venezuela sería más apropiado usar la palabra “planilla” en lugar de “formulario”, algo que en México se entendería como una lista de personas. 

En términos del castellano, ambas expresiones son correctas; pero en términos locales, hay palabras que facilitan la comunicación más que otras. Esto afecta al expandir mi trabajo a otros países, pues el castellano mexicano no es el mismo en otro lugar… o incluso en los mismos estados de México.

Resumamos esto en una palabra conflictiva dentro del país: quesadillas. ¿Preguntarías con queso o sin queso en el Norte de México? Como copywriter o escritorx, es algo que deberías considerar si estás ayudando al diseño de un menú, por ejemplo. 

Nuestros prejuicios pueden afectar el trabajo, por eso es importante hacernos amigxs de la localización. Algunxs creen que este tipo de traducción solo sucede de lengua a lengua o de país a país; pero incluso sucede dentro de tu misma nación.

Consideremos que, según el Gobierno de México y el COLMEX, nuestro país cuenta con más de 364 variantes lingüísticas. Si quieres vender un boli, algunas personas podrían entender que hablas de un bolígrafo mientras que otrxs caerán en cuenta de que te refieres a un helado, o incluso una gelatina; limitar esta confusión es labor de unx buen copywriter.  

 

Hablando de términos que pueden confundirse por otras cosas, según El Mundo, en el 2016 varias productoras automotrices tuvieron que cambiar el nombre de múltiples autos debido a diferencias culturales.

Supongo que poca gente de habla hispana deseaba subirse al Mitsubishi Pajero. Montero es un nombre más agradable.

Esto me lleva a explicar que en Venezuela, el término chinazo se refiere a palabras que pueden tener doble sentido; y varían mucho de país a país aunque tengamos lugares comunes.

¿Recuerdan el inicio del blog cuando pedí la cola? Solo pedía un ride o aventón, pero a las personas que se lo he pedido no pensaron lo mismo. Entender cómo las palabras se perciben de lugar a lugar ayuda a no perder credibilidad, aceptación, o millones en nombres de producto y ajustes de comunicación. 

Según el Gobierno de México, el país cuenta con una superficie de 1,964,375 km2 con 9 zonas dialectales y más de 364 variantes lingüísticas; por su parte el Gobierno de Venezuela indica que el país tiene una extensión de 912,050 km2 y más de 7 zonas dialectales; mientras que España cuenta con 506,030 km2 de superficie y más de 10 dialectos que han influenciado América Latina, de los cuales el castellano es solo uno. Ni siquiera estoy considerando los otros 19 países de habla hispana, todos con sus propios dialectos.

Luego de siglos, hemos adaptado palabras como overol, suéter, champú; anglicismos o palabras de otros idiomas que se han integrado con la globalización y se ven como de uso diario, no modismos. Hay más de una versión del castellano y conocerlas, el permitir adaptarnos para una comunicación más fluida en cualquier lugar, es una oportunidad enorme al hacer marketing en este mundo globalizado. 

Si eres unx copywriter o un escritorx, estudia las múltiples variantes de tu idioma; puede que encuentres nuevas ideas o prevengas pérdidas millonarias a la hora de localizar tu trabajo. Yo fui obligadx, pero es más divertido tener la opción y menos riesgoso (no pidas la cola en México a menos que quieras una bofetada). 

Aunque por mucho tiempo hablé más raro que claro, ahora siento que esa rareza me da un mayor entendimiento de cómo funcionar en distintos mercados y hacer un mejor trabajo. Como dije al inicio, este texto no está en castellano, pero sí en algo muy parecido. 

Referencias: